sábado, 25 de julio de 2009

...Wayna Picchu...

Sí, no me he equivocado en el título...


Lo mejor del Machu Picchu está en el Wayna Picchu.


Tras un bus por una carretera al borde de un precipicio, dos taxis en los que nos intentaron engañar, una mini van en la que me tocó el sitio de los peruanos (el de los enanos...) y dos horas y media andando por la vía del tren... llegamos a Aguas Calientes.


Ahí, a las faldas del Machu Picchu se congrega todo tipo de gente: mochileros, montañeros, abuelitos en hoteles de lujo, hippies, hippies con pasta, hippies volaos, pelolais... y nosotros.


Sin embargo, sólo los dos primeros descubren lo que realmente es el Machu Picchu.


Levantarse a las 3.30, coger la linterna, empezar a subir escalones (que no sé cómo los subían los inkas con lo enanos que eran...) y llegar a las 5 a la entrada del parque. Bien, no hay mucha gente aún... Barritas energéticas, jugos y a esperar...

Son las 5.30, cada vez hay más gente, mejor levantarse, que luego se nos cuelan... Ya abren... ¡CORRE!


Entro al Machu Picchu por primera vez en mi vida y lo atravieso corriendo sin ni siquiera mirarlo... Pero bueno, tener la entrada con el número 7, ¡no tiene precio!


Vuelta a casa, para cambiar las maletas, despedirme y vuelta a casa de verdad...
Mientras tanto, sean felices y cuidense...
Y de paso, ir sacando un par de chelitas para invitarme...




2 comentarios:

anita dijo...

ademas hay que invitarte!! que morro!!! ;) ongi etorri!

Aran dijo...

tu especialmente, q ya tienes curro otra vez...

ten compasión de una mochilera en paro y sin un puto duro anda...